Robie Williams hace de Robie Williams

Siempre me ha encantado este macarrilla, tengo que confesarlo. Este es un vídeo muy divertido si tienes un poco de culturilla web social (cosa que yo no tenía). Chatroulette es un sitio web con videoconferencias con usuarios al azar, un ruleta de chats. Los usuarios empiezan aleatoriamente a conversar con un extraño, y abandonan la conversación cuando quieren. Pues bien, Robie se mete en Chatroulette cantando su nueva canción, y la gente con la que se va encontrando, en su mayor parte, lo flipa. Otros ni le reconocen.

Naked Kids, Grouplove

Veo este vídeo y me acuerdo de lo que dice Jenny en Forrest Gump en en el campo de maíz «Querido Dios, por favor, conviérteme en pájaro para que así pueda volar, lejos, muy lejos».



That Someone Is You Cathead Computer, REM

James Franco, que ya me tenía en el bote desde "Freaks and Geeks", Grease, una canción de REM...¿se puede pedir más? Bueno, sí, que salga Gary Oldman en plan Drácula, los pequeñitos del Mago de Oz, y el elenco del "Club de los Cinco" junto con Cher de "Clueless".

Yo soy Don Quijote de la Mancha

Ayer fui al Teatro Español a ver la obra "Yo soy Don Quijote de la Mancha", protagonizada por José Sacristán. No se trata de  un Quijote épico teatral, sino de una reflexión sobre el "caballero de la triste figura", un viejo medio lunático que, sin embargo, persigue el ideal más cuerdo de todos, la bondad. Por ello  se hace caballero andante, para defender a los necesitados, acompañado por el buenazo de Sancho, su humilde escudero tan apegado a los valores terrenales como su amo a perseguir estrellas.
En estos tiempos tan tristes necesitamos pensar que todavía existe bondad. Como decían en la obra,  justicia justa, alcaldes que no roban...
Os dejo la nota que daban con el programa:

Lo explica muy bien – como todo – José Antonio Marina: el mejor invento de la especie humana es la bondad. Es difícil, claro, la bondad, pero si no esperásemos que fuera posible de vez en cuando, no querríamos seguir viviendo. Por eso, en este nuevo siglo cambalache seguimos necesitando a Don Quijote. Porque necesitamos creer: que hay locos capaces de soñar que pueden ayudar a los otros y que eso vale la pena; que hay cuerdos tan limpios que son capaces de ayudar a esos locos y de acabar soñando como ellos. Pensar desde La Mancha – este proyecto nace en los pensamientos de la directora del Festival de Almagro – esta aventura universal que estremece a personas de cualquier lugar del mundo. Seguir al alucinado Alonso Quijano en su mirada a un mundo que en su cabeza se ordena con palabras viejas y hermosas como lealtad, justicia y amor verdadero. 

Don Quijote es una parte de todos nosotros. Es un miembro de nuestra familia. Forma parte de lo mejor de nosotros, de nuestra parte buena. José Sacristán tiene también un huequito en nuestra memoria sentimental, en nuestros recuerdos, desde algunos más lejanos hasta algunos muy, muy recientes. Nos pide que le ayudemos a buscar la bondad. Que le ayudemos a ser Don Quijote. 

Pretendo que Yo soy Don Quijote de la Mancha respire y recuerde ese Don Quijote que forma parte de nuestra memoria y de nuestros deseos. Por eso no me alejo de la historia, por eso voy a utilizar miles de palabras de este libro y voy a tratar de que las mías sirvan para unir esos recuerdos que nos unen a todos. Don Quijote tendrá la compañía de Sancho y de su hija Sanchica: dos personas sin maldad, capaces de ver en Don Quijote al loco y al hombre bueno, capaces de entender que el mundo necesita a Don Quijote. Sin duda: necesitamos a Don Quijote. 

José Ramón Fernández

El primer siglo después de Beatrice

Me acabo de terminar este libro del escritor libanés Amin Maalouf. En él habla de un mundo dividido por una falla horizontal que separa Norte y Sur, y se adentra en una visión apocalíptica en la que por culpa de una "sustancia", dejan de nacer niñas. Fusiona bioética con ciencia ficción y todo escrito de forma poética.
Os dejo un fragmento:

"Pienso a menudo en esos futuros que murieron, e incluso a veces, dejándome llevar por mis sueños durante mis paseos cotidianos por los senderos de mi montaña, retrocedo sesenta años, mucho antes del comienzo del siglo de Beatrice, y trato de imaginar los caminos que habría podido seguir la irritante especie a la que pertenezco.
Reconstruyo entonces, en el espacio de un paseo, un mundo diferente. Un mundo en el que la libertad y la prosperidad se habrían esparcido progresivamente como las ondas en la superficie del agua. Un mundo en el que la medicina, después de haber vencido a todas las enfermedades y aniquilado todas las epidemias, no tendría otro desafío que hacer retroceder indefinidamente a la vejez y a la muerte. Un mundo del que la ignorancia y la violencia habrían sido desterradas. Un mundo liberado de las últimas zonas de oscuridad. Sí, una humanidad reconciliada, generosa y conquistadora, con los ojos clavados en las estrellas, en la eternidad.
A esa especie, yo habría estado orgulloso de pertenecer."